La
mayor parte de nuestro conocimiento social, así como nuestras creencias
sobre el mundo, emanan de las informaciones que leemos o escuchamos a
diario. Es muy probable que no exista otra forma de conocimiento, salvo
al que nosotros podemos acceder de forma directa, o sea, viendo, tocando
y sintiendo. Incluso de esta manera no todo lo que podemos observar de
forma directa, es lo que realmente existe, pues siempre recibiremos las
cosas desde nuestro punto de vista y forma de pensar y creer.
A
pesar de todo, esta página lo único que hará será exponer aquellos
sucesos que trascienden a consecuencia de su singularidad, la cual los
hacen sobresalir de los hechos normales y cotidianos de cada día. Espero
que les sea al menos, interesante.
Las sirenas del Tormes
En la ribera del Tormes, al lado de la catedral de
Salamanca, unas excavaciones de obras para el campus Miguel de Unamuno han
descubierto un peculiar esqueleto, en terrenos recientes del cuaternario
datados por geólogos del departamento de morfología externa. La extraña
osamenta, perfectamente conservada en las arenas fluviales, corresponde a una
esbelta y altísima hembra de Homo sapiens, de 2.10 metros de altura y
largos brazos y piernas, con el enigma añadido de que en manos y pies aparecen
restos de membranas interdigitales, como las de los patos.
El auténtico misterio es que la rabadilla se prolonga en una cola ósea con largas varillas que sustentan una bella aleta caudal bifurcada. Consultados los profesores de zoología de vertebrados de Castilla y León, una vez examinado el fósil, han optado prudentemente por el diagnóstico de que se trata de una mujer de nuestra especie pero con rasgos de sirena, ser mítico cuyas voces insinuantes arrastraban a los marineros hacia los escollos de las islas griegas del Egeo.
También, las leyendas de tierra
adentro describieron a las janas,
hermosas mujeres habitantes de las orillas de los ríos, de largas cabelleras
verdosas, redondos pechos y cola parecida a la del delfín. Estas janas tienen
especial referencia en las runas de Escandinavia, apareciendo en los mascarones
de los esquifes vikingos, y en la cultura celta, heredada por los habitantes de
Galicia, la Montaña
Cantábrica y el País Vasco. En León, el desfiladero de Las
Ondinas, en el Sil, es lugar de presencia de estos híbridos entre doncella y
trucha. La Inquisición intentó sin éxito acabar con estos seres de tetas y cola
y, desde Tordesillas, organizaron un bombardeo de la isla de Pollos, en el
Duero, so pretexto de que allí moraba la náyade Bogarda,
impresionante fémina de cola de boga de río. Unos pescadores de tencas con
trasmallo, en Toro, capturaron días más tarde los restos de una señora con
glúteos escamosos y cola de sollo.
El II
Festival Internacional de las Artes que se desarrolla en Salamanca ha inaugurado
una sorprendente propuesta expositiva, “La Sirena del Tormes”, que refleja el
trabajo de Joan Fontcuberta en los últimos años sobre los fósiles aparecidos de
una nueva especie de vertebrado. Los restos se han encontrado únicamente en los
Alpes y en las orillas del Tormes. Es el “Hydropithecus”, cuyo aspecto en
estado fósil se asemeja al que la imaginación popular otorgó a las sirenas.
Joan Fontcuberta destacó que es la primera vez que estas imágenes se van a poder ver por el público no especializado. Y lo hace, además, en un marco que el propio fotógrafo consideró “especialmente idóneo por lo que tiene de memoria de la tierra”, o sea en la Casa de las Conchas.
Joan Fontcuberta destacó que es la primera vez que estas imágenes se van a poder ver por el público no especializado. Y lo hace, además, en un marco que el propio fotógrafo consideró “especialmente idóneo por lo que tiene de memoria de la tierra”, o sea en la Casa de las Conchas.
Hace medio siglo aproximadamente, el geólogo y sacerdote Jean Fontana, discípulo del célebre paleontólogo Albert Lapparent, descubrió en los Alpes Provenzales los restos fósiles que serían bautizados como “Hydropithecus” o “Mono de Agua”. Un hallazgo de gran relevancia por tratarse de un vertebrado homínido que podría corresponderse, según los expertos, con un momento evolutivo muy próximo antes de la bifurcación entre el australopiteco y los homínidos, que sin embargo permaneció prácticamente oculto por prudencia, según señaló el propio Fontcuberta.
Poco después de estos hallazgos, se encontraron fósiles muy similares en el Cerro de San Vicente de Salamanca y en la próxima localidad de Almenara de Tormes. Muchas de las imágenes que componen la exposición pertenecen precisamente al trabajo desarrollado sobre estos restos por Fontcuberta, ante un encargo de la revista Scientific American.
Otra versión
Conocidos
popularmente como "sirenas fosilizadas" por su extraordinario
parecido con esas figuras de la mitología clásica, los Hydropithecus son
homínidos acuáticos que trastocan las teorías de la evolución.
Esta exposición muestra las fotografías tomadas por Joan Fontcuberta, uno de los más afamados fotógrafos de la naturaleza, de los vestigios de esas fantásticas criaturas por encargo de la revista National Geologic
Esta exposición muestra las fotografías tomadas por Joan Fontcuberta, uno de los más afamados fotógrafos de la naturaleza, de los vestigios de esas fantásticas criaturas por encargo de la revista National Geologic
Salamanca, 18 junio de 2006 (“Europa Press)
Una
exposición en Salamanca muestra fotografías y réplicas de esqueletos de sirenas
hallados hace medio siglo.
La
existencia de una bifurcación en el árbol genealógico humano que derivó hacia
la aparición de un ser mezcla entre hombre y pez, el "Hydropithecus"
u hombre con forma de sirena, se descubre al público en la Casa de las Conchas
de Salamanca a través de una muestra fotográfica y diversas réplicas de
esqueletos fosilizados encontrados junto a la ribera del Tormes.
De
esta forma, en esta exposición se albergan fotografías y réplicas de esqueletos
de estos hallazgos fosilizados, realizados en 1951 y que aparecieron junto al
Tormes a su paso por la provincia, accidentalmente en el transcurso de unos
trabajos de cimentación, y que Joan Fontcuberta fotografió para la revista
"Scientific American" en el año 2000.
Al
descubrimiento, que revolucionaría de ser cierto el panorama científico,
paleontológico y evolutivo; se le supone un precedente en la década de los 40
en el paraje francés de Saint-Benot”, gracias a la labor del sacerdote y
geólogo Jean Fontana.
Recelo de los científicos
El
motivo de retrasar la publicación de este fenómeno pudo ser la precaución por
la veracidad de los mismos y el recelo sobre la heterodoxia de científicos que
pertenecían a órdenes religiosas católicas, o así lo aseguran los organizadores
de esta exposición.
"Es
un trabajo artístico basado en descubrimientos científicos que nos genera,
evidentemente, preguntas sobre la parte de nuestra evolución, el sitio que
ocupan las sirenas y si pueden estar vivas todavía", afirmó en
declaraciones a Europa Press Televisión el director del Festival Internacional
de las Artes de Castilla y León, Guy Martini.
La
muestra, compuesta por réplicas en resina de dos esqueletos de sirénidos,
fotografías de los restos fósiles supuestamente hallados en los Yacimientos de
Almenara de Tormes y ciertas zonas de las estribaciones de los Alpes, así como
bocetos de Jean Fontana y material paleontológico del mismo, trata de mostrar a
un mismo tiempo la faceta artística de Joan Fontcuberta y su "menos
conocida" de fotógrafo documental-naturalista, dentro de la programación
de dicho Festival.
¿Realidad o ficción?
¿Realidad o ficción?
"No
puedo decir nada más que lo que Joan me ha contado de su trabajo, hay personas
que dicen que no es real, los científicos tienen que contestar a este
descubrimiento", añadió Martini.
El director de la II Edición de este Festival aseguró que es propio de Joan Fontcuberta el tratar de crear preguntas acerca de qué es la realidad o ficción y con su trabajo sobre los sirénidos, Hidrópitos o monos de agua, quizá antepasados nuestros, lo hace de nuevo para cuestionarnos ciertas reacciones cotidianas que pueden pasarnos desapercibidas.
El director de la II Edición de este Festival aseguró que es propio de Joan Fontcuberta el tratar de crear preguntas acerca de qué es la realidad o ficción y con su trabajo sobre los sirénidos, Hidrópitos o monos de agua, quizá antepasados nuestros, lo hace de nuevo para cuestionarnos ciertas reacciones cotidianas que pueden pasarnos desapercibidas.
¿De
qué manera recibimos la una información científica, qué criterio utilizamos y
si todavía tenemos criterios de análisis cuando nos llega información?. Es una
pregunta de actualidad, afirmó Martini, quien remarcó que esta es una forma de
incitar a la gente a preguntarse, mucho más allá de la simple consumición de un
acto científico o artístico.
Sobre
la reacción del público acerca de las fotografías y de los datos que se ofrecen
en los paneles anexos a las instantáneas, explicó que son variadas, que hay
gente "interesada, entusiasta o quien no cree que sea verdad. A menudo se
crea una conversación, un encuentro de opinión a la búsqueda de qué es la realidad. Son
fotografías estupendas, hay copias de los esqueletos... Las preguntas son
abiertas. ¿Por qué no?", sentenció Martini.
Experiencia diferente
Fontcuberta destacó que es una
exposición diferente porque «trata un tema de divulgación científica pero visto
con una perspectiva artística» que por primera vez se «podrá ver en una
exposición con el apoyo de material científico».
Además, no dejó pasar la
oportunidad de destacar el interés que está despertando este descubrimiento que
recobra las leyendas sobre sirenas, por su parecido con el esqueleto
encontrado. En este aspecto recordó que Cristóbal Colón, en su viaje a América,
ya se cruzó con este mamífero y, según consta en las crónicas de su expedición,
se sorprendió al ver que no eran estas «sirenas» tan bellas como imaginaron,
sino seres más parecidos a «vacas marinas con pelos».
Hallazgos únicos
En este sentido, la primera
noticia que se tiene de los Hidropitecus procede de Francia de la década de
1940, cuando Jean Fontana descubre restos fosilizados de un vertebrado
desconocido hasta el momento. Posteriormente, en 1951 y en el curso de unas
excavaciones realizadas en el Cerro de San Vicente de Salamanca, se encuentran
restos de vertebrados que concuerdan con los del Hidropitecus, que en la
actualidad siguen a la intemperie si bien se está estudiando la posibilidad de
recubrirlos para garantizar su protección.
Por otro lado, la comisaria de la
exposición, Nadine Petit-Gómez, aseguró a los periodistas que los restos
fosilizados se han encontrado sólo en las zonas francesas y de la provincia
salmantina por tratarse de parajes que eran marítimos hace 18 millones de años
en los que con el paso del tiempo se han conservado los restos con cráneos y
mandíbulas casi completos que dan información sobre el nivel de evolución de
estos mamíferos marinos, «algo realmente difícil de encontrar en otros puntos».